Si las cosas marchan mal, no desesperes. Tú puedes marcar una diferencia, así que pon manos a la obra y hazlo.
No tengas miedo de reconocer y aceptar aquello que ya ha sucedido. Porque puedes tomar lo que es, sea lo que sea que pueda ser, y usarlo para marcar una verdadera diferencia positiva.
No hay motivos para preocuparte si eres o no suficientemente afortunado como para estar en el lugar correcto en el momento correcto. Siempre es el lugar correcto y el momento correcto para que marques una diferencia.
Marcar una diferencia demanda mucho de ti en términos de tiempo, esfuerzo, capacidad y compromiso. Afortunadamente, eres absolutamente capaz de dar todo eso y más aún, al servicio de marcar una diferencia que tenga sentido.
Todo lo que sucede constituye una oportunidad de marcar una diferencia. En lugar de malgastar tu energía en juzgar y sentir remordimientos, pon esa energía en marcar una diferencia.
Todas y cada una de tus habilidades te brindan la capacidad de marcar una diferencia. Mantente fiel a tu propia visión de lo mejor que la vida podría llegar a ser, y marca una diferencia para hacer que así sea.