¿Cuánto tiempo pasas preocupándote o estresándote por cosas sobre las que tienes poco o ningún control? Al hacer esto, puedes terminar sintiéndote muy inseguro, abrumado, estresado e impotente. Es muy fácil pensar así y entrar en un estado tóxico. También puede impedir que te concentres en las áreas en las que puedes influir y controlar.
Al identificar lo que está dentro y fuera de tu control, puedes empezar a avanzar de forma más positiva.
Acepta que no puedes controlar lo incontrolable. Cambia tu reacción ante cosas sobre las que tienes poco o ningún control.
Una vez que hayas identificado las áreas que están dentro y fuera de tu control, concéntrate en aquellas áreas sobre las que tienes control.
Decide lo que quieres lograr en las áreas que están bajo tu control, ya sea en tu vida personal o empresarial. Al comprender lo que deseas lograr, es más probable que llegues allí sin distracciones.
Haz un plan de cómo vas a lograr tus objetivos. Un plan te dará un enfoque, además de ayudarte a comprender las diferentes cosas que debes hacer.
No olvides que puedes elegir cómo piensas y sientes acerca de las cosas, así como también cómo reaccionas ante ellas.
Se producen cambios increíbles en tu vida cuando decides tomar el control de aquello sobre lo que tienes poder en lugar de anhelar controlar lo que no tienes.