Ya sea que se trate de una tarea pequeña o de un proyecto que pueda transformar toda una vida, la estrategia para conseguirlo es la misma. Comenzar de inmediato y luego seguir por todo el tiempo que sea necesario.
¿Te preocupa no poder hacerlo bien? Dedicando tu energía a preocuparte tampoco lograrás llevar nada a cabo, nada en absoluto.
En cambio, avanza confiado en dirección a la tarea ahora mismo, empieza a trabajar en ella y sigue haciéndolo. Muy rápidamente te darás cuenta si tienes que ajustar tus esfuerzos para alcanzar exactamente el resultado que pretendes.
Hay montones de excusas absolutamente razonables para no empezar. En lugar de entretenerte con inservibles excusas o con viejos resentimientos, podrías estar haciendo el esfuerzo.
En lugar de quejarte por los posibles obstáculos que podrías llegar a encontrar, podrías estar superando a paso firme los obstáculos reales que enfrentas.
El logro que buscas está listo para que le des vida. Encara el esfuerzo ahora, continúa cuanto sea necesario, y ese logro de veras será tuyo.