Redacción IWomen
La depresión clínica es una realidad con la que muchas personas lidian en silencio. Ya sea debido a la presión social, el estigma o simplemente el miedo a ser juzgado, quienes sufren de depresión a menudo enfrentan una batalla solitaria.
De acuerdo con Mental Health America (MHA), “la depresión clínica, es una enfermedad grave y común que nos afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos, trabajo y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades”.
MHA que se dedicada a la promoción de la salud mental, el bienestar y la prevención de enfermedades, explica que la depresión “puede afectar a cualquier persona, de cualquier nivel económico y en cualquier edad. ¡Las enfermedades mentales no discriminan!”.
Es por ello que recomiendan que si un ser querido está sufriendo de depresión clínica, “no lo deje solo, háblele sobre su preocupación y sobre todo ayúdele llamando al doctor y haciendo una cita para ellos. ¡Acompáñelo! Los miembros de la familia o amigos de confianza pueden participar en el tratamiento”.
Muchas personas carecen de comprensión sobre lo que implica realmente la depresión. Ayuda a tu ser querido a comprender que la depresión no es simplemente sentirse triste, sino una enfermedad mental legítima que puede tratarse con la ayuda adecuada. Proporciona recursos confiables y disponte a responder preguntas que puedan surgir.
La recuperación de la depresión puede ser un proceso largo y desafiante. Sé paciente con tu ser querido y reconoce que puede haber altibajos en el camino. Demuestra compasión y apoyo constante, recordándoles que están progresando, incluso en los momentos difíciles.
En última instancia, el simple acto de estar presente y mostrar amor incondicional puede marcar una gran diferencia en la vida de alguien que lucha contra la depresión. Acompañar a través de la oscuridad puede no ser fácil, pero puede marcar la diferencia entre la desesperación y la esperanza para aquellos que están en su viaje hacia la recuperación.