Redacción IWomen
Las emociones son una parte normal e importante de nuestras vidas.
Algunas emociones son positivas como la felicidad, la alegría, el interés, la curiosidad, el entusiasmo, la gratitud y el amor. Estas emociones positivas te hacen sentir bien. Las emociones negativas, como la tristeza, el enfado, la soledad, los celos, la autocrítica, el miedo o el rechazo, pueden ser difíciles y, por momentos, dolorosas.
Esto es especialmente cierto cuando sentimos una emoción negativa con demasiada frecuencia, demasiada intensidad o cuando la enfrentamos durante mucho tiempo.
Sin embargo, es imposible evitar las emociones negativas. Todos las sentimos de vez en cuando. Tal vez sean complejas, pero podemos aprender a manejarlas.
Para aprender a notar e identificar tus sentimientos es necesaria la práctica. Además de concentrarte en tus sentimientos, presta atención a tu cuerpo. Tal vez, con algunas emociones, tengas sensaciones en el cuerpo; quizás sientas calor en el rostro o los músculos tensos.
A veces, darse cuenta de lo que uno siente es suficiente, pero en otros casos, querrás hacer algo para sentirte mejor. ¿Es el momento de confrontar amablemente a otra persona? ¿Necesitas hablar sobre tus sentimientos con un amigo? ¿O es mejor que salgas a correr para descargar lo que sientes?
En algún momento, querrás pasar de un estado de ánimo negativo a uno positivo. De lo contrario, es posible que te quedes pensando en lo malas que son las cosas y esto podría hacer que te sientas peor.
Los sentimientos positivos nos dan una sensación de felicidad y bienestar. Crea el hábito de descubrir las cosas buenas de tu vida y concentrarte en ellas