Decide que estas en un hermoso lugar, aquí mismo, ahora mismo, tal como ahora lo estás. Haz que tu experiencia resulte hermosa simplemente por la manera en que decidas ver la vida, y vivirla.
No necesitas nada para sentir alegría. Siente alegría sólo porque puedes, y porque tu genuina alegría aporta tanto valor a la vida.
Decide estar en paz con el momento presente. Acepta la bellísima y maravillosa oportunidad de las cosas tal como son.
Siente la enorme fortaleza que te brinda tomar la decisión de ya no luchar con la vida. Siente la alegría de actuar de manera positiva y determinada para hacer realidad tus más preciados sueños.
Expulsa cualquier resto de preocupación, culpa, envidia, resentimiento o temor. Tienes muchas cosas mucho más positivas, plenas de sentido y convenientes en las cuales concentrarte.
Decide estar aquí y ahora en este hermoso, poderoso lugar. Vive y crece sobre el inmenso tesoro que ahora mismo es tuyo.