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Redacción IWomen 

La mayoría fuimos educados para sentir miedo. El miedo es una sensación de angustia, en distintos grados, provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. El estado interno que genera inmoviliza y provoca trastornos de distinto tipo a las personas que lo padecen.

El miedo es una de las mayores limitaciones humanas, puesto que casi todo lo que quiera proponerse un ser humano tiene una cuota de riesgo, lo desconocido y el resultado incierto, que se asocia frecuentemente con la emoción del miedo.

Existen estrategias prácticas para atravesar los miedos que podemos aplicar para vencerlos:

  • Ser valiente no significa no tener miedo: es moverte hacia adelante, atravesando el miedo.
  • Observa cuando el miedo te paralice: ¿qué podría pasar si todo resulta bien? ¿Qué estás arriesgando en este paso que te produce miedo?
  • Crea un entorno de contención: habla de tu miedo, de lo que te limita, y pide ayuda. Esta red te apoyará y el camino será más llevadero.
  • Recuerda la última vez que postergaste algo por miedo: ¿cómo resultaron las cosas después observando aquello en perspectiva? ¿Qué aprendiste?
  • Recuerda alguna vez en que hiciste algo a pesar el miedo: ¿cómo te sentiste? ¿Era ese miedo tan grande como lo imaginabas? ¿Qué destrezas aplicaste?
  • Mantén en mente tu gran plan: es un muy buen impulsor, ya que todo lo que anhelas está más allá del miedo. Y el objetivo de esta emoción limitante es, precisamente, que te contraigas y no lo hagas. Hazlo de todas maneras; incluso, hazlo con miedo.
  • No analices tanto las cosas y actúa: da pequeños pasos para alentarte a seguir; verifica cómo te sientes en cada mini-meta del proceso, y recién ahí, enlaza la siguiente.
  • Déjate guiar por tu intuición: el conocimiento natural, eso que ya sabes que sabes internamente, aunque no seas del todo consciente, te dará buenas respuestas. ¿Qué tal seguir ese instinto?
  • Elimina las palabras negativas de las que se alimenta tu miedo: “Pero…”, Es que…”, “No es el momento…”, “El día que… haré tal cosa…”, sabes que son cuentos que tú mismo te relatas para no hacer lo que quieres. Hazlo. Ponlo en marcha hoy mismo. Pequeños pasos microscópicos hacia tu meta.

Una vez que lo has hecho, ya sabrás cómo repetir este nuevo escalón de aprendizaje la próxima vez. Así te convertirás en tu mejor maestro, y no en el esclavo de tus miedos.

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