La mayoría de nosotros somos muy conscientes de que nuestras experiencias pasadas han tenido un profundo impacto en nuestras creencias, percepciones y comportamientos actuales.
Pero ¿alguna vez te has preguntado si las creencias y comportamientos a los que estuviste expuesto son relevantes para tu vida actual o, mejor aún, para la vida que deseas? ¿Te sirven o te estorban?
A medida que envejecemos tendemos a cuestionarnos sobre nuestra propia percepción, creencias, convicciones y dirección. Solía denominarse crisis de la mediana edad, pero algunos prefieren pensar en ella como un “despertar”.
Un momento en nuestras vidas en el que somos adultos maduros, capaces de ver cómo nuestras familias y la sociedad se involucraron con quiénes somos y quiénes queríamos ser, ahora en una encrucijada; ¿Lo arreglamos y nos convertimos en nuestro verdadero yo o seguimos adelante sin alcanzar nunca nuestro máximo potencial?
Una vez que nos damos cuenta de que nuestros pensamientos, patrones y creencias no son necesariamente los nuestros, tenemos la mayor oportunidad de hundirnos en nuestro interior y encontrar lo que realmente queremos y necesitamos en nuestras vidas. Nuestro pasado ya no necesita definirnos; de hecho, redefinirnos en lo que realmente somos y queremos se vuelve alegre cuando entendemos que nuestra vida mejorará significativamente cuando lo hagamos. Llámalo ‘despertar’ o ‘escape de prisioneros’, como quiera que lo llames, sólo hazlo. Despierta a tu verdadero yo, descubre tu máximo potencial.
