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Hoy quiero compartir algo muy importante que he aprendido en mi experiencia diaria navegando y como consumidora de las redes sociales: no creas todo lo que ves. En esta época las apariencias pueden engañar, lo que vemos en nuestras pantallas no siempre refleja la realidad.

Seguramente te has encontrado en Instagram, Facebook o TikTok vidas aparentemente perfectas, cuerpos esculpidos supuestamente sin esfuerzo, viajes exóticos y éxitos constantes. Seguramente tú has visto todo eso, y te has preguntado: ¿Por qué mi vida no se ve así? ¿Por qué no tengo esos logros, esa figura, ese estilo de vida?

Lo que he aprendido es que las redes sociales son solo una vitrina cuidadosamente curada de los momentos más brillantes y pulidos de la vida de las personas. Nadie publica sobre las peleas, las decepciones, los días en que se sienten inseguros o fracasados. Nos muestran solo una pequeña parte, aquella que quieren que veamos.

La realidad es que todos lidiamos con problemas y dificultades. Reflexiono hoy sobre esto porque sé que detrás de cada imagen perfecta hay una historia y, a menudo, esa historia incluye luchas y desafíos que no vemos. Es fácil caer en la trampa de comparar nuestras vidas con esas versiones idealizadas, pero eso solo nos lleva a la insatisfacción y la ansiedad.

Vive sin comparaciones

Entonces, ¿cómo podemos navegar este mundo digital sin perdernos en las comparaciones? Recuerda que las redes sociales no son la realidad completa: Cada vez que ves una imagen perfecta, recuerda que es solo una parte de la historia y enfócate en lo que tienes y en las cosas que te hacen feliz. Aprecia lo que tienes te ayudará a dejar de compararte con los demás.

También es importante revisar a quienes seguimos y por qué. Sigue cuentas que te inspiran positivamente, llena tu feed con contenido que te motive, te eduque y te haga sentir bien contigo mismo. No está de más tomar descansos de las redes sociales, eso puede ayudarte a reconectarte con la realidad y apreciar el momento presente.

No permitas que las redes sociales definan tu autoestima o tu felicidad. Tu valor no se mide por likes o seguidores. Lo importante es vivir una vida auténtica, ser amable contigo y recordar que todos enfrentamos nuestras propias batallas, muchas de las cuales nunca se ven en línea.

Así que la próxima vez que te sientas abrumada por lo que ves en las redes, respira profundo y recuerda: no creas todo lo que ves. ¡Eres más de lo que cualquier perfil puede mostrar!

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