Mantén tu determinación. Aunque la vida te devuelva frustración y decepción, de todas maneras, en silencio y con firmeza, puedes lograrlo. Incluso aunque no puedas hacer grandes progresos, podrás hacer progresos pequeños.
Los pequeños progresos se acumulan, día tras día. Rápidamente se tornarán mucho más valiosos que cualquier cosa que pudieses conseguir con un único esfuerzo.
Seguro, algunas cosas pueden ser conseguidas en un estallido de esfuerzo decidido. Sin embargo, los logros más valiosos toman tiempo, y se logran mediante una pequeña, pero efectiva, acción tras otra.
La determinación es una fuerza poderosa que puede obligarte a poner manos a la obra de una manera íntimamente significativa. Y si logras mantenerla durante largos periodos de tiempo, la determinación se torna mucho más poderosa aún.
Cuanto más tiempo puedas mantener tu determinación, mayor será el nivel de concreción que serás capaz de alcanzar. Ser decidido es maravilloso, y es mucho más fuerte aún si puedes mantener la determinación.
Mantén tu determinación viva y creciendo, recordándote una y otra vez por qué te resulta importante. Mantén tus acciones en marcha, alimentándolas constantemente con la fuerza de una positiva determinación.