Una de las mejores cosas del conflicto es que nos empuja a actuar. En todo momento, estamos obligados a tomar decisiones, grandes y pequeñas, y, por lo tanto, dirigen nuestro destino.
Algunas decisiones serán obvias y requerirán poca o ninguna reflexión, pero otras serán más confusas, sin una opción “mejor” clara, lo que generará un conflicto interno.
Estas elecciones, siempre que estemos personalmente involucrados en ellas, actúan como una prueba y revelan realmente quiénes somos.
Encontrar formas de caracterizarnos naturalmente a través de nuestras decisiones es oro, por lo que aprovechar al máximo las decisiones que tomamos es un acierto en nuestras vidas.
Pero cuando tomamos decisiones un poco más complejas, van más allá de las opciones en blanco y negro, se crea tensión y consecuencias potencialmente dolorosas.
Algunas decisiones serán relativamente simples y las consecuencias no tendrán mucho impacto. Los ejemplos incluyen decisiones sobre qué pedir de un menú, qué ropa usar para ir a la oficina o si programar una cita ahora o más tarde.
Pero algunas pueden no ser tan fáciles. Estas elecciones a menudo se reducen a lo que estamos dispuestos a sacrificar y por cuánto tiempo.
Independientemente de las opciones que incluyan nuestra historia, algunas encontrarán formas de crear un conflicto interno.
Nuestro carácter debe estar preparado para opciones que sean igualmente difíciles en algún sentido, como elecciones que representen dos miedos, dos necesidades o dos tipos de riesgos o sacrificios.
También se nos presentarán elementos que estén en directa oposición entre sí, como enfrentar un miedo frente a una necesidad, un deber frente a la libertad o un deseo frente a una creencia moral.
Las emociones conflictivas, especialmente las importantes, son un asiento en primera fila para una lucha interior significativa.
Una vez que se toma la decisión, la agitación psicológica puede continuar en forma de dudas y segundas conjeturas. ¿Son puros nuestros motivos m? ¿Alguien más debería haber tomado la decisión? Las consecuencias de una elección, especialmente cuando las consecuencias impactan negativamente a otros, agregarán aún más peso a la carga de culpa y arrepentimiento. Y cuanto más cerca estés de aquellos afectados por la elección, peores serán las consecuencias. Tu carácter debe estar preparado para todo eso.