Albert Einstein dijo una vez: “Esfuérzate no por tener éxito, sino por ser valioso”. Una persona de valor no se hace más valiosa comprando un reloj Bulgari, el nuevo Lamborghini o mansiones con su propio jardín y jardinero. La persona de valor tiene sus valores establecidos: los sigue conscientemente y con valentía, aunque otras personas lo juzguen, lo culpen, digan que es estúpido, inútil, porque es diferente a los de ellos. Los valores son el poder que te permite actuar y seguir avanzando incluso después de perder toda energía. Los valores son como señales en el camino que te ayudan a estar en el camino correcto. Gracias a ellos, tu toma de decisiones es más rápida y efectiva, es un refuerzo para tu confianza en ti mismo y también para ser tú mismo. Sin ellos, el ser humano está atrapado en el vacío. La vida sin razón, la simple existencia, la rutina de acciones, pasar cada día sin pasión o incluso con un gran dolor como si vivir fuera un castigo, “sobrevivir” a la realidad sin ninguna razón u objetivo superior. En cada episodio de tu vida, puedes encontrar estos valores o darte cuenta de que los tienes y cuáles son. Vale la pena encontrar el “por qué” – por qué estamos tomando alguna acción, por qué estamos haciendo algún esfuerzo – nos da un nuevo nivel de calidad de vida, nos lleva a la espiritualidad superior de revivirlo verdaderamente.
Los valores son un factor clave que hace que la vida esté llena de satisfacción y alegría cada día.
En todas las situaciones de la vida los valores juegan un papel primordial. Es también uno de los pasos más importantes para tener una vida consciente y feliz.