Actúa por elección antes que por necesidad. Cuando actúas por necesidad, estás haciéndolo desde una perspectiva de debilidad.
Actuando a partir de una auténtica elección, te vuelves más fuerte y más efectivo.
Obviamente que hay cosas que debes tener para sobrevivir y prosperar. Pero puedes decidir colocarte a ti mismo en una posición en la cual esas cosas estén a tu alcance en abundancia.
Plántate ante tus necesidades y transfórmalas en elecciones. En lugar de necesitarlas, puedes tenerlas y beneficiarte de ellas.
Tanto como sea posible, colócate en una posición de poder decidiendo cumplir con tus obligaciones antes de que se conviertan en necesidades. En lugar de necesitar más dinero a fin de mes, decide ganar más o gastar menos, o ambos, desde el principio mismo del mes.
La necesidad te pone en una situación de desesperación y debilidad. Dispara un impulso negativo que intensifica y profundiza la necesidad.
La elección te ubica en una trayectoria muchísimo más positiva. Cada buena elección, cada elección plena de sentido sobre la cual actúas te llevará a alejarte de la necesidad de necesitar, y te ofrece muchas más opciones positivas.