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¿Han escuchado los términos overachiever y high achiever? Ambos conceptos se usan para describir a personas con altos niveles de rendimiento. Aunque los dos términos parecen similares y a menudo se utilizan indistintamente, existen diferencias significativas entre ellos y hoy quiero ahondar un poco en ellos.

Un high achiever es una persona que alcanza niveles de éxito superiores a la media en sus actividades académicas, profesionales o personales. Estas personas suelen ser talentosas, dedicadas y poseen habilidades destacadas en sus campos de interés. Los high achievers se caracterizan por su capacidad para establecer y alcanzar metas ambiciosas, su fuerte ética de trabajo y su pasión por la excelencia.

Además, suelen tener un talento innato o habilidades sobresalientes en un área específica, establecen objetivos claros y trabajan de manera constante para alcanzarlos y su motivación proviene de una pasión genuina por lo que hacen, más que de factores externos. Aunque se esfuerzan por alcanzar sus metas, suelen mantener un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal.

Por su parte, un overachiever es una persona que, a menudo, excede las expectativas y estándares que se han establecido para ellos. A diferencia del high achiever, el overachiever puede no tener un talento innato en su área de éxito, pero compensa esta falta con un esfuerzo extremo, dedicación y sacrificio. 

Los overachievers tienden a imponer altos niveles de presión sobre sí mismos para alcanzar y superar sus objetivos. Se caracterizan porque compensan cualquier falta de talento natural con un trabajo arduo e incesante; buscan la perfección en todo lo que hacen, a menudo a expensas de su bienestar personal; su motivación puede estar impulsada por la necesidad de reconocimiento, validación externa o miedo al fracaso y el alto nivel de autoexigencia puede llevar a un desequilibrio entre su vida profesional y personal, resultando en estrés o burnout.

Overachiever vs. high achiever: Comportamientos y resultados

Aunque ambos tipos de personas pueden alcanzar altos niveles de éxito, sus caminos y consecuencias suelen ser diferentes. Los high achievers, debido a su enfoque equilibrado y motivación intrínseca, tienden a experimentar una mayor satisfacción personal y un menor nivel de estrés. En cambio, los overachievers, a pesar de sus logros, pueden enfrentar mayores niveles de ansiedad, agotamiento y, a largo plazo, una menor satisfacción con sus éxitos debido a la constante presión y autoexigencia.

Es por ello que hay estudios que han analizado las diferencias entre estos dos perfiles. La revista Psychological Science, revela que los high achievers “muestran un mejor manejo del estrés y una mayor resiliencia ante los fracasos, lo que les permite mantener un rendimiento constante y sostenible a lo largo del tiempo. Por otro lado, los overachievers pueden experimentar una disminución en su rendimiento debido al agotamiento emocional y físico resultante de su estilo de trabajo intensivo”.

Valorie Burton, en su podcast Las mujeres exitosas piensan diferente, explica que “deberíamos aspirar a ser personas con un gran rendimiento que se centren en la motivación intrínseca y el crecimiento personal”.

Les traje este tema porque comprender estas diferencias es crucial tanto para los individuos que buscan alcanzar sus metas como para los líderes y educadores que desean apoyar y fomentar el éxito de sus equipos y estudiantes de manera saludable y sostenible.

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