La riqueza en tu vida no se define por cuánto tienes. Proviene en cambio de cuánto valoras y agradeces lo que tienes.
Vivir ricamente no es necesariamente cuestión de vivir de manera extravagante. Vivir con riqueza es vivir con base en un propósito, con sentido y con auténtica alegría en todo momento.
No necesitas de un cierto conjunto de circunstancias para disfrutar de una vida de riquezas. Lo que hace falta es un profundo sentido de gratitud por la vida que tienes.
En este mismísimo día, en este preciso momento, puedes vivir tan espléndidamente como cualquiera. Puedes darle maravilloso sentido y plenitud a este momento, simplemente valorando y agradeciendo el hecho de estar en él.
Sé verdaderamente rico, no en virtud de lo que tienes, sino por cuán genuino sentido le das a cada instante. Sé verdaderamente rico, y permite que la bondad de la vida fluya a través de todo lo que hagas.