Si eres como la mayoría de las personas, tienes una larga lista de tareas pendientes en el trabajo y otra en casa.
Casi todos los días surgen nuevas demandas de tiempo y energía (física y emocional).
Entre el trabajo, el hogar, la familia, los amigos, la salud, las finanzas, la educación, el clima, los acontecimientos mundiales y el estrés de la vida cotidiana, es posible que sientas que tus necesidades son las últimas, al final de la lista.
El problema es que el día en que llegues al final de tu lista de tareas pendientes, nunca llegará.
Nunca habrá el momento perfecto para desconectarte de tu ajetreada vida y concentrarte en ti mismo, a menos que tomes la decisión de ponerte a ti mismo en primer lugar.
¡Puedes tomar esa decisión ahora mismo!
Eres la primera prioridad en tu vida. Tus necesidades importan si has logrado tus objetivos diarios o no.
Está bien dedicar tiempo a ti mismo.
Las personas que confían en ti quieren que seas lo mejor y lo más saludable posible. Eso significa hacer de tu bienestar un enfoque diario.
Nunca te sientas mal por priorizarte a ti mismo. Es lo mejor que puedes hacer y la mejor manera de invertir tu tiempo, tanto a nivel profesional como personal.
Concéntrate en tus necesidades, sentimientos y emociones cambiantes a lo largo del día y la semana, en cómo reacciona tu cuerpo ante diferentes situaciones y personas, y en lo que necesitas para sentirte tranquilo y centrado.
Crea un espacio a tu alrededor que apoye y facilite tu crecimiento. Cuanto más te concentres en tu paz y tu crecimiento, mejor te sentirás. Poco a poco dejarás de preocuparte por tu progreso en tu lista de tareas pendientes o por si estás haciendo lo suficiente. Poco a poco te darás cuenta de que lo que haces es más que suficiente.