La confianza en ti misma no es un don reservado para unas pocas elegidas. Es una habilidad que se entrena, se practica y se refuerza cada día. No se trata de esperar a “sentirte lista” o a que todo esté bajo control. Es moverte, actuar, atreverte aun cuando el miedo quiera frenarte. La acción es lo que transforma la duda en convicción.
Cada paso, por pequeño que sea, tiene un impacto enorme en tu percepción personal. Decir lo que piensas, defender tus ideas o simplemente atreverte a hacer algo nuevo fortalece tu seguridad.
La confianza en ti misma se construye en la práctica diaria de mostrarte tal cual eres y seguir adelante, incluso cuando te equivocas. Porque sí, fallar también es parte del proceso.
Muchas veces creemos que primero necesitamos confianza para actuar, pero es al revés: al actuar es cuando la confianza empieza a surgir. Esa reunión a la que temías ir, ese proyecto que no sabías cómo empezar, esa conversación que postergaste… todo eso te fortalece. Y lo mejor es que no necesitas hacerlo perfecto, solo necesitas hacerlo.
Así como ejercitas tu cuerpo, también puedes ejercitar tu confianza. Toma decisiones, sal de tu zona cómoda y rodéate de personas que te impulsen.
¿Lista para dar ese primer paso? Descarga la IWomen App y conéctate con una comunidad de mujeres que, como tú, están construyendo su confianza a través de la acción.
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