Redacción IWomen
La incertidumbre es estresante y quizás incluso dañina para nuestra salud, puede llevarnos a aferrarnos a nuestros grupos sociales y excluir a los demás. Pero un estudio descubrió una sorprendente ventaja de sentirse inseguro: podría llevarnos a apreciar las pequeñas cosas de la vida.
En un experimento, los investigadores apostados en una acera repartieron volantes que decían una de dos cosas: “La vida es impredecible: detente y huele las rosas” o “La vida es constante: detente y huele las rosas”. A poca distancia había una mesa con una docena de rosas rojas y un letrero que coincidía con el volante que acababan de recibir.
Los asistentes de investigación se escondieron detrás de un arbusto para ver quién se detenía y quién no; las personas que leían que la vida es impredecible hundían su nariz en las fragantes flores, 2,5 veces más que los demás.
Tomar una decisión consciente de no esperar por una situación para ser feliz es el primer paso, podemos seleccionar otra forma de ver las cosas.
La vida está llena de altibajos. Estaremos dotados de fortuna y mala suerte. Todos sabemos esto. Sin embargo, si buscamos constantemente una razón para sentirnos bien, es posible que nos enfrentemos a una batalla cuesta arriba.
En cambio, tenemos una opción. La elección de pensar en la felicidad como un trabajo interno y hacer el trabajo. No sólo el trabajo de atender tus necesidades, cuidarte física y psicológicamente y construir relaciones saludables. Debes comprometerte a ser proactivo con respecto a tus emociones. La clave para encontrar tu felicidad está dentro de ti. Toma el control y sé feliz.
¿Por qué? Saborear y apreciar las pequeñas cosas de la vida puede ser una respuesta de afrontamiento que activa nuestra mente cuando nos sentimos abrumados por la ambigüedad de todo. Saborear nos saca de los miedos y las preocupaciones sobre un futuro borroso y nos lleva a las sensaciones claras y placenteras del presente.
Si el mundo es incierto, tiene sentido aprovechar lo que tienes ahora porque es posible que no exista en breve.
Este efecto se traduce en la vida cotidiana, incluso si no te encuentras con un volante sobre la incertidumbre. Tu tarea es internalizar que no importa qué tan caótico e impredecible se sienta el mundo en este momento, no olvides vivir y saborear el presente.