Siempre he creído que el éxito y la abundancia no son solo cuestión de suerte o privilegio, sino de mentalidad. Lo que pensamos, sentimos y creemos sobre nosotras mismas define nuestra realidad. Pero cambiar esa mentalidad no es algo que ocurre de la noche a la mañana, es un trabajo constante de autoconocimiento y crecimiento personal.
Uno de los primeros pasos que me ha ayudado es cuestionar esas creencias que por años me han limitado. Muchas veces, sin darnos cuenta, repetimos frases en nuestra mente como: “No soy suficiente”, “Eso no es para mí”, “El éxito es solo para ciertas personas”. Y la verdad es que ninguna de esas afirmaciones es real, solo son ideas que hemos aceptado. Pero cuando decides cambiarlas por pensamientos más alineados con lo que realmente deseas, empiezas a transformar tu percepción y, con ella, tu vida.
Otro aspecto clave ha sido aprender a cambiar la forma en que me hablo a mí misma. Durante mucho tiempo me exigía demasiado y me castigaba por cada error. Hasta que entendí que la voz más importante en mi vida debía ser la mía y que, en lugar de juzgarme, debía apoyarme. Empecé a tratarme con más amabilidad y a reforzar mi confianza con afirmaciones positivas y realistas. En vez de decir “no puedo”, comencé a decir “estoy aprendiendo” y eso hizo toda la diferencia.
Entorno y enfoque
También me di cuenta de que el entorno en el que me muevo tiene un impacto enorme en mi mentalidad. Las personas que te rodean pueden ser un impulso o un freno, por eso es importante elegir bien con quién compartimos nuestro tiempo y energía. Otro gran cambio llegó cuando decidí enfocarme en lo que sí tenía en lugar de lo que me faltaba. Pero cuando empecé a agradecer cada pequeño avance, cada oportunidad y cada aprendizaje, mi energía cambió. Dejé de obsesionarme con lo que me faltaba y comencé a ver lo afortunada que ya era. Y desde esa gratitud, todo empezó a fluir con más facilidad.
Y algo fundamental: aprendí a ver el fracaso de otra manera. Cada error trae consigo una lección valiosa y cada tropiezo me ha hecho más fuerte y más sabia. En lugar de paralizarme por el miedo a fallar, ahora veo cada reto como una oportunidad para crecer.
Cambiar la mentalidad es un trabajo constante, pero una vez que empiezas a verlo de esta manera, todo cambia. Si quieres seguir rodeándote de inspiración y herramientas para crecer, te invito a descargar IWomen App, disponible en Android y en iOS, y a unirte a nuestra comunidad de mujeres poderosas. Porque el éxito y la abundancia comienzan con la forma en que eliges pensar y actuar cada día.