Finalizar el día con una rutina relajante es esencial para desconectar de las tensiones diarias y preparar el cuerpo y la mente para un descanso reparador. Incorporar hábitos que fomenten la relajación no solo mejora la calidad del sueño, sino que también contribuye al bienestar general.
En IWomen buscamos algunas rutinas efectivas que puedes adoptar para despedir tu jornada de la mejor manera.
Desconexión tecnológica
Desconectar los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir es clave para una buena noche de descanso. La luz azul emitida por teléfonos, tablets y computadoras interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Un artículo de la Fundación Nacional del Sueño señala que la exposición a esta luz puede alterar el ritmo circadiano, haciendo que sea más difícil conciliar el sueño.
Tip: Establece un horario fijo para apagar todos los dispositivos electrónicos. En lugar de mirar una pantalla, opta por leer un libro o practicar la meditación.
Estiramientos suaves
Realizar estiramientos suaves antes de acostarse ayuda a liberar la tensión acumulada en los músculos durante el día. Una rutina simple de yoga o estiramientos puede calmar el sistema nervioso y preparar el cuerpo para un descanso profundo. El yoga antes de dormir puede mejorar la calidad del sueño al reducir la ansiedad y el estrés.
Ejemplo de rutina: Dedica 10-15 minutos a estirar las áreas del cuerpo que sientas más tensas, como el cuello, los hombros y la espalda baja.
Aromaterapia
El uso de aceites esenciales es una manera efectiva de crear un ambiente relajante. La lavanda, el sándalo y la manzanilla son conocidos por sus propiedades calmantes. Según el Journal of Alternative and Complementary Medicine la aromaterapia con lavanda mejora la calidad del sueño en personas con insomnio.
Tip: Difunde aceites esenciales en tu habitación o añade unas gotas en tu almohada para disfrutar de sus efectos relajantes mientras duermes.
Toma un baño caliente
Tomar un baño caliente antes de dormir puede ser un ritual profundamente relajante. El calor del agua ayuda a reducir la tensión muscular y la mente se tranquiliza. Además, el descenso de la temperatura corporal después del baño induce al sueño. De acuerdo con la Cleveland Clinic, los baños calientes ayudan a bajar la presión arterial y promueven la relajación .
Tip: Añade sales de Epsom o unas gotas de tu aceite esencial favorito al agua para maximizar los beneficios.
Practica la gratitud
Finalizar el día con un ejercicio de gratitud puede mejorar tu estado de ánimo y prepararte para un descanso profundo. Escribir en un diario sobre tres cosas por las que te sientas agradecido te ayudará a enfocar tu mente en lo positivo. Un estudio de Greater Good Science Center en la Universidad de California, Berkeley, sugiere que la gratitud tiene efectos poderosos en la mejora del bienestar emocional.
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