La independencia financiera significa tener la capacidad de mantenerse económicamente sin ayuda. Ser financieramente independiente es un objetivo importante para personas de todos los orígenes, pero es particularmente importante para las mujeres que históricamente han sido marginadas por el mercado laboral.
La conciencia financiera y las habilidades de administración del dinero pueden brindar a las mujeres una sensación más profunda de seguridad que les facilite ahorrar e invertir para el futuro. Comprender los desafíos, los consejos y los recursos disponibles para ayudar puede facilitar el proceso.
La conciencia financiera y las habilidades de administración del dinero pueden brindar a las mujeres una sensación más profunda de seguridad que les facilite ahorrar e invertir para el futuro.
La libertad financiera es una forma de empoderamiento personal, pero una variedad de obstáculos dificultan que las mujeres naveguen y participen en pie de igualdad en el mundo financiero.
Según estadísticas de la Oficina de Trabajo de Estados Unidos, por ejemplo, las mujeres ganaban anualmente el 82,3% de lo que ganaban los hombres, y la brecha era aún mayor para muchas mujeres de color. La discriminación salarial, las responsabilidades domésticas y la falta de acceso a herramientas financieras son problemas que enfrentan las mujeres.
Si bien existen movimientos positivos que abogan por la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, las estructuras sociales generalizadas son difíciles de romper.
La siguiente lista aclara algunos de los desafíos clave:
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, sigue habiendo una brecha salarial entre mujeres y hombres, y las mujeres ganan menos que sus homólogos masculinos. La brecha se amplía para las mujeres de color.
* Los niños pueden alterar una carrera
Las mujeres trabajadoras que tienen hijos tienden a sufrir una penalización salarial del 4% por hijo. Este número aumenta al 10% para las mujeres de color.
* Las mujeres tienen menos exposición a la educación financiera
Es menos probable que las mujeres estudien carreras conducentes a carreras financieras. Por ejemplo, los hombres estudian economía en una proporción de casi 2:1 en comparación con las mujeres.
* Las mujeres viven más que los hombres.
La esperanza de vida de una mujer suele ser un 8% más larga que la de un hombre. La mayoría de las mujeres tendrán que administrar sus propias finanzas en algún momento de su vida, especialmente cuando sus homólogos masculinos fallezcan.
Las mujeres tienden a saber más sobre cómo administrar sus finanzas de lo que creen. Si bien algunas medidas financieras tienen sentido en determinadas etapas de la vida, otras estrategias son aplicables en cualquier momento. A menudo, la mejor manera de desarrollar una estrategia financiera se reduce a adquirir más conocimientos financieros.