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Comer un sándwich cubano en Miami no es una recomendación sino un rito de iniciación. Hay una forma infalible de hacerlo: ir a Sanguich.

Lo que comenzó como un pequeño contenedor de envío en 2017 se ha transformado en este lugar de moda en la Pequeña Habana. 

Casi siempre hay una fila de comensales compitiendo por meterse en su espacio estrecho, diseñado con paredes de color verde esmeralda, azulejos vibrantes y elegantes adornos de latón.

Un sándwich cortado por la mitad, mostrando capas de jamón, queso y otros rellenos, se coloca en una canasta forrada con papel sobre una superficie azul.

Todo el mundo viene por lo mismo: un excelente sándwich cubano con lomo de cerdo marinado durante una semana en ajo y especias y luego prensado entre rebanadas de pan casero asadas por expertos. 

Una alternativa más pesada pero igualmente sabrosa es el lechón, protagonizado por carne de cerdo tierna desmenuzada untada con alioli de ajo y cilantro. Las croquetas gruesas en forma de bastón también impresionan si necesitas un bocado previo al sándwich.

Con ubicaciones en La Pequeña Habana (la original) y Coral Gables, tendrás múltiples oportunidades para conseguir tu dosis.

Interior de una cafetería moderna con un mostrador largo a la izquierda, taburetes de bar, mesas de comedor con sillas a la derecha y suelo de baldosas decorativas. También se ven luces de techo y una mampara de cristal.

Si es tu primera vez, mantente en lo clásico y opta por el cubano: jamón urbano, lechón, queso suizo, pepinillos y mostaza sobre pan cubano.

Si quieres aventurarte, dale un guiño al Pan con Bistec o a la Croqueta Preparada. Y si realmente te sientes aventurero, acompáñalo con uno de los batidos de Sanguich.

Visitalos aquí: https://sanguich.com/

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