Desde 2021, ocho aseguradoras de propiedades residenciales se han declarado insolventes, según el Insurance Information Institute. En 2022, Bankers Insurance Group dijo a los reguladores que saldría del negocio de seguros para hogares en Florida. Ese mismo año, Lexington Insurance, una subsidiaria de AIG, anunció planes de retirarse de Florida y de todos los demás mercados en los que operaba.
Mientras tanto, otras aseguradoras pidieron a los reguladores aumentos de tarifas, en algunos casos duplicando las primas anuales. Antes de que los legisladores estatales intervinieran en 2022, casi todas las aseguradoras que ofrecían cobertura de propiedad residencial en Florida aumentaron las tarifas, redujeron su huella en el estado o dejaron de realizar nuevos negocios, según la Oficina de Regulación de Seguros de Florida.
Para abordar la crisis, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, convocó una sesión legislativa especial de tres días. Las reformas resultantes incluyeron hacer ilegal que los contratistas presenten reclamos de seguros en nombre de los propietarios de viviendas, también conocido como “asignación de beneficios”, y eliminar los honorarios unidireccionales de abogados que obligaban a las compañías de seguros a cubrir los costos legales de los demandantes que los demandaban.
Las nuevas leyes ya han tenido un efecto dramático en la industria de seguros en Florida, según la Oficina de Regulación de Seguros. En lo que va del año, al menos ocho empresas han solicitado reducciones de tarifas, 10 empresas han dicho a los reguladores que tienen la intención de mantener los precios actuales sin aumentos y ocho empresas han anunciado planes para realizar nuevos negocios en el estado.
Además, la Oficina de Regulación de Seguros anunció en mayo que Citizens Property se encuentra en mejores condiciones financieras. Las aseguradoras privadas han asumido 389.000 pólizas de Citizens desde enero de 2023, un paso necesario para estabilizar el mercado en general, dicen funcionarios de la industria.
El código de construcción estatal después del huracán Andrew hizo que se creara un estándar que garantiza que las casas recién construidas sean lo más resistentes posible a los huracanes. Es una de las razones por las que los consumidores prefieren casas nuevas pues es menos costoso asegurarlas.
Los propietarios de casas antiguas que esperan reducir las tarifas de sus seguros pueden fortalecer sus propiedades reforzando los garajes, instalando ventanas resistentes a los impactos y realizando otras mejoras.
El programa estatal Mi Hogar Seguro ofreció subvenciones paralelas para fortificar las casas, pero el programa de 350 millones de dólares se quedó sin dinero porque era muy popular. Estuvo en pausa esperando nuevos fondos que se hicieron disponibles el 1 de julio.
Corredores de seguro de larga data se sienten alentados por la mejora en el mercado de seguros del estado, pero advierten a los clientes que no den por sentada su cobertura. Hubo una época en la que el seguro de propiedad era uno de los últimos elementos en las listas de tareas pendientes de los compradores de Florida.