Las tasas hipotecarias cayeron desde la semana pasada en un acontecimiento positivo para el mercado inmobiliario estadounidense.
La tasa promedio de las hipotecas de tasa fija a 30 años cayó al 6,77% desde el 6,89% de la semana anterior, marcando su nivel más bajo desde mediados de marzo. Hace un año, el tipo medio de un préstamo a tipo fijo a 30 años era del 6,78%.
Por otra parte, la tasa promedio de la hipoteca fija a 15 años fue del 6,05%, frente al 6,17% de la semana anterior y al 6,06% de hace un año.
Las tasas hipotecarias van en la dirección correcta y la economía sigue siendo resiliente, dos señales incrementales positivas para el mercado inmobiliario.
A pesar de las tasas más bajas, los compradores de viviendas no parecen impresionados. Las solicitudes de hipoteca para comprar una casa cayeron un 3%.
El apetito por el mercado de viviendas nuevas ha estado bajo presión. Las solicitudes de hipotecas para comprar viviendas nuevas cayeron un 16% de mayo a junio, según la Asociación de Banqueros Hipotecarios.
Los compradores de viviendas aún tienen que responder a las tasas más bajas, ya que la demanda de solicitudes de compra todavía está aproximadamente un 5 por ciento por debajo de la primavera, cuando las tasas eran aproximadamente las mismas.
Esto no es infrecuente: a veces, cuando las tasas bajan, la demanda se debilita y la aparente paradoja se debe a que los compradores se aseguran de que las tasas no bajen más antes de decidirse a comprar.
Mientras tanto, la refinanciación experimentó un aumento significativo la semana pasada, y muchos propietarios aprovecharon la oportunidad de tasas hipotecarias más bajas para reducir la tasa de interés de sus préstamos hipotecarios actuales.
Las solicitudes para refinanciar un préstamo hipotecario aumentaron un 15% la semana pasada respecto a la semana anterior, el nivel más alto desde agosto de 2022, informó la Asociación de Banqueros Hipotecarios.
En los últimos años, las altas tasas de interés han obstaculizado el mercado inmobiliario. Los posibles compradores se han visto marginados por la carga de los elevados pagos mensuales. Los vendedores también se han mostrado reacios a vender sus casas, aferrándose a sus tasas hipotecarias ultrabajas debido a la pandemia.