Cuanto más conozcas tus finanzas, mejor. Adquiere el hábito de revisar sus cuentas diaria o semanalmente para saber cuánto dinero entra y sale.
Las finanzas personales pueden resultar estresantes para muchas personas y es fácil evitar el tema por completo. Ya tenemos suficientes cosas en la vida que nos generan estrés, por lo que es posible que deseemos limitar lo que pensamos en nuestras finanzas.
Desafortunadamente, no puedes ignorar este tema y es fundamental que participes activamente en el manejo de tu dinero para evitar problemas que puedan surgir.
¿Cuáles son las señales clave de que necesitas involucrarte más con tus finanzas?
- No tienes un presupuesto
- No tienes conversaciones sobre dinero
- Tienes deudas con intereses altos y no has planificado cómo priorizarlas
- Todavía dependes de tus padres
- Tu socio, laboral o personal, maneja las finanzas
- Has automatizado todos tus pagos
- No has establecido metas financieras
Es importante que atiendas todos los signos pertinentes a tu situación particular en pro de obtener y mantener tu libertad financiera.
Como actividad básica, debes adoptar la costumbre de verificar todas tus cuentas en línea, o mediante las aplicaciones de tu banco, incluidas las cuentas corrientes y de ahorro.
Hacerlo garantiza que tu dinero esté seguro, que los pagos se liquiden y que las facturas se paguen. Esto también te ayudará a familiarizarte con tus hábitos de gasto, quiénes son tus acreedores y tus saldos bancarios.
Configura un recordatorio en tu teléfono o a través de la aplicación de tu banco para que nunca pierdas el hábito. También puedes considerar una aplicación de seguimiento de gastos o presupuestos que se vincule a tus cuentas bancarias, clasifique tus gastos por ti y te avise cuando estás gastando de más.
¿Compartes tus finanzas con alguien? No renuncies a tu parte de control. Si no estás segura de por dónde empezar, pide ayuda.
Para las mujeres que han dedicado su vida exclusivamente a su vida hogareña (y no participan en el pago de facturas) puede ser increíblemente difícil saber por dónde empezar.
Incluso si tu pareja es quien administra las facturas, revisa sus cuentas bancarias compartidas con regularidad y asegúrate de establecer una historia crediticia por tu cuenta.