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Dominar el arte de hablar en público elocuentemente te permitirá persuadir y mover mediante la palabra

Dominar el arte de hablar en público puede ser una habilidad muy útil independientemente de la naturaleza de tu negocio o trabajo.

También es una habilidad que ayuda a generar confianza y comodidad al tratar con personas.

Hablar en conferencias y eventos de networking puede ser una buena manera de comercializar y vender tus servicios o productos a audiencias más amplias. 

Además, descubrirás que la mayoría de los lugares donde estableces contactos con compañeros y clientes potenciales son los mismos lugares donde puede conseguir charlas.

En el mundo actual, también es necesario sentirse cómodo hablando en línea. Así que capacítate y practica cómo crear y presentar virtualmente. 

También necesitas aprender la etiqueta de las reuniones virtuales para actuar profesionalmente en la pantalla.

Aquí están mis 10 consejos para hablar en público:

1. El nerviosismo es normal. ¡Practica y prepárate!

Todas las personas sienten algunas reacciones fisiológicas como el corazón palpitante y las manos temblorosas. No asocies estos sentimientos con la sensación de que tendrás un mal desempeño o harás el ridículo. Algunos nervios son buenos. La adrenalina que te hace sudar también te hace estar más alerta y preparado para dar tu mejor rendimiento.

La mejor manera de superar la ansiedad es prepararse, prepararse y prepararse un poco más. Tómate el tiempo para repasar tus notas varias veces. Una vez que te sientas cómoda con el material, practica mucho. Grábate en vídeo o pídele a una amiga que te de crítica constructiva de tu performance.

2. Conoce a tu audiencia. Tu discurso es sobre ellos, no sobre ti.

Antes de comenzar a redactar tu mensaje, considera a quién está destinado. Aprende todo lo que puedas sobre tus oyentes. Esto te ayudará a determinar la elección de palabras, el nivel de información, el patrón de organización y la declaración motivacional.

3. Organiza tu material de la manera más eficaz para lograr tu propósito.

Crea el marco para tu discurso. Escriba el tema, el propósito general, el propósito específico, la idea central y los puntos principales. Asegúrate de captar la atención de la audiencia en los primeros 30 segundos.

4. Está atenta a los comentarios y adáptate a ellos.

Enfócate en la audiencia. Evalúa sus reacciones, ajusta tu mensaje y se flexible. Pronunciar un discurso enlatado garantizará que pierdas la atención o confundas incluso a los oyentes más devotos.

5. Deja que tu personalidad se manifieste.

Se tu misma, no te conviertas en una interlocutora, en ningún tipo de comunicación. Establecerás una mayor credibilidad si tu personalidad brilla y tu audiencia confiará en lo que tienes que decir si pueden verte como una persona real.

6. Utiliza el humor, cuenta historias y utiliza un lenguaje eficaz.

Incluye una anécdota divertida en tu presentación y seguramente captarás la atención de tu audiencia. Al público generalmente le gusta un toque personal en un discurso. Una historia puede proporcionar eso.

7. No leas a menos que sea necesario. Trabajar a partir de un esquema.

Leer un guión o una diapositiva fractura la conexión interpersonal. Al mantener contacto visual con la audiencia, mantienes el foco en ti mismo y en tu mensaje. Un breve resumen puede servirte para refrescar tu memoria y mantenerte concentrada.

8. Utiliza tu voz y tus manos de forma eficaz. Omite los gestos nerviosos.

La comunicación no verbal transmite la mayor parte del mensaje.

9. Capta la atención desde el principio y cierra con un final dinámico.

Utiliza una estadística sorprendente, una anécdota interesante o una cita concisa. Concluye tu discurso con un resumen y una declaración contundente que tu audiencia seguramente recordará.

10. Utiliza sabiamente las ayudas audiovisuales.

Demasiado contenido audiovisual puede romper la conexión directa con tu audiencia, así que utilízalos con moderación.

La buena comunicación nunca es perfecta y nadie espera que seas perfecta. Sin embargo, dedicar el tiempo necesario para prepararte te ayudará a pronunciar un mejor discurso. Es posible que no puedas deshacerte de tus nervios por completo, pero puedes aprender a minimizarlos.

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