Redacción IWomen
La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres que marca el fin de su ciclo menstrual y reproductivo. Este proceso, que generalmente ocurre entre los 45 y 55 años, puede traer consigo una variedad de síntomas físicos y emocionales.
De acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIH, por sus siglas en inglés), “la menopausia, es una parte normal del envejecimiento en las mujeres. No es una enfermedad o un trastorno. Con frecuencia, este momento en la vida de las mujeres también incluye otras transiciones, no solo las físicas. Es posible que estén cuidando a sus padres o familiares mayores, apoyando a sus hijos a medida que avanzan hacia la edad adulta o asumiendo nuevas responsabilidades en el trabajo”.
Es por ello que apoyar a una persona que atraviesa la menopausia es esencial para su bienestar. Es crucial informarse sobre qué es la menopausia, cuáles son sus síntomas comunes y cómo puede afectar a las mujeres de manera diferente.
Los síntomas pueden incluir sofocos, cambios de humor, sudores nocturnos, problemas de sueño, sequedad vaginal y disminución de la libido, entre otros. Comprender que estos cambios son normales y que pueden variar en intensidad y duración es el primer paso para ofrecer un apoyo efectivo.
Escuchar de manera activa y con empatía es fundamental. Permite que la persona exprese sus sentimientos y experiencias sin juzgar ni ofrecer soluciones inmediatas. A veces, lo que más necesitan es simplemente alguien que las escuche y valide sus sentimientos.
Fomentar un estilo de vida saludable
Promover hábitos saludables puede aliviar muchos de los síntomas de la menopausia. Anima a la persona a mantener una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. El ejercicio regular, como caminar, nadar o practicar yoga, también puede mejorar el estado de ánimo, la salud cardiovascular y reducir los sofocos.
Además, la menopausia puede ser un momento emocionalmente desafiante. Ofrecer apoyo emocional continuo es vital. Esto puede incluir hablar abiertamente sobre sus sentimientos, acompañarla a las citas médicas o incluso sugerir la posibilidad de buscar ayuda profesional, como terapia psicológica, si es necesario.
Pequeños cambios en el entorno y la rutina diaria pueden marcar una gran diferencia. Por ejemplo, mantener el dormitorio fresco y bien ventilado puede ayudar a combatir los sudores nocturnos. Tener ropa ligera y en capas puede ayudar a manejar los sofocos durante el día. Además, ser flexible con horarios y compromisos sociales puede aliviar el estrés.
Considerar terapias alternativas y medicamentos
Existen diversas terapias alternativas y medicamentos que pueden aliviar los síntomas de la menopausia. Esto incluye terapia hormonal, suplementos de hierbas, acupuntura, y más. Es importante discutir cualquier opción con un profesional de la salud para encontrar el tratamiento más adecuado y seguro.