La jardinería es una actividad que ha ganado popularidad en los últimos años no solo por sus beneficios estéticos y ambientales, sino también por su impacto positivo en la salud mental y física.
La jardinería tiene un efecto terapéutico reconocido ampliamente por expertos en salud mental. Pasar tiempo en la naturaleza y trabajar con plantas puede reducir significativamente los niveles de estrés y ansiedad. La interacción con la naturaleza a través de actividades como la jardinería puede disminuir la producción de cortisol, la hormona del estrés, y promover un estado de relajación y bienestar.
Además, la jardinería fomenta la atención plena o mindfulness, una práctica que implica estar presente y consciente en el momento. Cuando te enfocas en las tareas relacionadas con el jardín, como plantar, regar o podar, tu mente se aleja de preocupaciones y pensamientos negativos. Esto no solo reduce el estrés, sino que también mejora el estado de ánimo y la capacidad para manejar emociones difíciles.
El impacto positivo de la jardinería en la salud mental también se extiende a la lucha contra la depresión. Las personas que pasan más tiempo en áreas verdes, incluyendo sus propios jardines, tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar depresión.
Beneficios de la jardinería para la salud física
La jardinería también es una excelente forma de ejercicio físico. A pesar de que es una actividad de baja intensidad, involucra una variedad de movimientos que pueden mejorar la fuerza, la resistencia y la flexibilidad. Actividades como cavar, plantar y regar pueden ayudar a quemar calorías y mantener los músculos en forma. De acuerdo con la Centers for Disease Control and Prevention (CDC), la jardinería puede quemar hasta 330 calorías por hora, comparable a otros ejercicios de baja intensidad como caminar.
Además, el contacto regular con la tierra y las plantas puede fortalecer el sistema inmunológico. Estudios han demostrado que la exposición a bacterias beneficiosas presentes en la tierra, como Mycobacterium vaccae, puede aumentar la producción de serotonina en el cerebro, lo que no solo mejora el estado de ánimo, sino que también refuerza la respuesta inmunológica.
La jardinería también promueve hábitos alimenticios más saludables. Cultivar tus propios alimentos te brinda acceso a frutas y verduras frescas y orgánicas, lo que fomenta una dieta equilibrada y rica en nutrientes. Este tipo de alimentación puede prevenir enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
También puedes leer: Cómo el minimalismo puede mejorar tu bienestar