Perdonar no siempre es fácil. Durante mucho tiempo pensé que hacerlo significaba minimizar lo que había pasado, como si al soltarlo estuviera diciendo que no importaba. Pero con el tiempo entendí algo fundamental: el perdón no es para los demás, es para mí.
💭 Comprender el perdón: Un proceso interno
Antes de soltar el pasado, me permití sentir lo que necesitaba: enojo, tristeza, incluso decepción. Comprendí que ignorar esas emociones solo me hacía cargar con algo más pesado. Reconocer lo que sentía fue el primer paso para avanzar.
Un día me dije: “No puedo cambiar lo que pasó, pero sí puedo decidir qué hago con ello.” Perdonar no significa justificar lo sucedido, sino elegir que esa herida no controle mi presente.
🎁 El perdón como un regalo personal
Perdonar es un acto de amor propio. Al hacerlo, libero espacio para lo que realmente me hace bien: tranquilidad, alegría y enfoque. Cada pequeño paso en este proceso me recuerda que mi paz vale más que cualquier resentimiento.
🌿 El camino hacia la paz
El proceso del perdón no siempre es rápido ni sencillo, pero vale la pena. Y lo mejor de todo es que no tienes que hacerlo sola. Puedes apoyarte en herramientas, acompañamiento y en las personas que te rodean y comprenden tu proceso.
También puedes rodearte de mujeres valiosas que, como tú, están en el camino del crecimiento personal. Por eso, te invito a unirte a la comunidad IWomen, un espacio donde cada día trabajamos en nuestros propósitos.
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