Redacción IWomen
El estrés es una respuesta natural del cuerpo a situaciones desafiantes o amenazantes, y aunque puede ser útil en pequeñas dosis, el estrés crónico puede tener efectos devastadores en la salud, especialmente en la salud femenina, puede afectar a las mujeres de diversas maneras, impactando tanto su salud física como mental. La American Psychological Association señala que las mujeres tienden a experimentar niveles más altos de estrés que los hombres, debido a factores como la multitarea, las responsabilidades familiares y las expectativas sociales.
El estrés tiene, además de los efectos psicológicos, efectos físicos, como disfunciones menstruales, periodos irregulares o amenorrea. También se ha asociado con problemas de fertilidad y complicaciones durante el embarazo.
Además, las mujeres bajo estrés crónico tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, incluyendo hipertensión y ataques cardíacos. Por otra parte, el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades.
Efectos mentales y emocionales del estrés
El estrés prolongado puede contribuir al desarrollo de trastornos de ansiedad y depresión. Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar estos trastornos debido a factores biológicos y socioculturales. También puede provocar insomnio y otros trastornos del sueño, lo que a su vez afecta negativamente la salud mental y física.
Asimismo, el estrés puede llevar a comportamientos alimenticios desordenados, como comer en exceso o evitar la comida, afectando el peso y la salud nutricional.
Afortunadamente, existen numerosas estrategias efectivas para manejar el estrés, como la práctica regular de la meditación y la atención plena. Estas técnicas ayudan a las personas a mantenerse presentes y a gestionar mejor sus emociones.
El ejercicio regular también puede ayudar, caminar, nadar o hacer yoga, libera endorfinas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Puede acompañarse con ejercicios de respiración profunda y técnicas de relajación muscular progresiva que pueden ayudar a calmar el cuerpo y la mente.
También es importante buscar la ayuda de un profesional de salud mental, como un psicólogo o consejero. La terapia cognitivo-conductual, en particular, ha demostrado ser eficaz en la gestión del estrés.
Estilo de vida y hábitos saludables
Mejorar los hábitos es un punto clave para reducir el estrés y en ese caso consumir una dieta rica en frutas, verduras y proteínas magras puede mejorar la salud en general. También hay que asegurarse de dormir lo suficiente y mantener una rutina de sueño regular es fundamental para la salud mental y física.
Los cambios de hábitos deben venir acompañados por una organización de las tareas y pendientes, incluyendo el tiempo de descanso y las actividades recreativas.
Es vital que las mujeres reconozcan los signos de estrés y tomen medidas proactivas para manejarlo.
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Fuentes consultadas:
American Psychological Association. (2020). Stress in America 2020. APA.
Mayo Clinic. (2021). Stress symptoms: Effects on your body and behavior. Mayo Clinic.
Harvard Health Publishing. (2018). The impact of stress on your heart. Harvard Health.
Centers for Disease Control and Prevention. (2021). Coping with Stress. CDC.
National Institute of Mental Health. (2020). 5 Things You Should Know About Stress. NIMH.