En Miami, un notario público sirve de testigo para verificar la identidad de las personas, la veracidad de sus firmas o confirmar que un individuo firma un documento de manera voluntaria. Su papel es en algunos casos diferente a la labor que realizan los notarios públicos en los países hispanohablantes.
La intervención de un notario público usualmente es necesaria en procesos de herencias, escrituras (deeds, en inglés), declaraciones juradas, licencias, préstamos, refinanciamientos, cierres de compra-venta inmobiliaria, cierres de hipoteca, aperturas de ciertas cuentas bancarias, poderes notariales (power of attorney, en inglés), contratos, etc.
Cada estado regula los requisitos para permitir que una persona ejerza como notario dentro de su territorio, aunque en algunos casos se permite trabajar en estados o condados vecinos. También existen casos en los que se permite que el notario ejerza en cualquier parte de los EE.UU. e, incluso, en el extranjero, por eso encontrarás notarios que ejercen en línea.
Cada estado establece el máximo que puede cobrar un notario por cada firma, según el tipo de caso. Generalmente oscila entre gratis a $20, cobrándo más en el caso de notarios móviles que se trasladan a recoger la firma del cliente.
Una excepción notable son los actos notariales relacionados con hipotecas, en los cuales la cuota puede ser de $100 aproximadamente.
Es común encontrar al menos un notario público en las sucursales de los bancos, instituciones de crédito, tiendas de mensajería como FedEx, UPS o tiendas especializadas en venta de material de oficina y/o impresiones. Es frecuente conseguir notarios en las oficinas del alguacil, en las municipalidades y oficinas del condado.
Otra posibilidad es recurrir a servicios de notaría en línea, como Notarize o Notarycam que son confiables y altamente populares.