A lo largo de cientos de millas a lo largo del Océano Atlántico y el Golfo de México, encontrará algunas de las playas mundialmente famosas de Florida que reciben a más de 140 millones de turistas al año y atraen tanto a residentes como a jubilados para echar raíces en el estado sureño.

Con su clima soleado, infinitas actividades y ausencia de impuestos estatales, Florida es un destino deseable para vivir, pero piénselo dos veces antes de comprar una propiedad. Cuando se trata de bienes raíces, no todos los lugares soleados del Estado del Sol son una buena inversión según los profesionales de bienes raíces.

Invertir en bienes raíces es algo más que sol y palmeras. Es crucial considerar la estabilidad económica, el potencial de crecimiento y los riesgos ambientales, según estos expertos. Antes de dejarse llevar por el atractivo del clima cálido de Florida, asegúrate de considerar también el pronóstico financiero. Estar bien informado y ser estratégico le ayudará a detectar las verdaderas joyas del mercado

Conocida por sus playas vírgenes, su animada vida nocturna y sus restaurantes de clase mundial, Miami Beach puede ser un excelente lugar para vacacionar o un lugar salvaje para las vacaciones de primavera, pero este es un lugar para evitar comprar propiedades. 

Sí, Miami Beach es glamorosa, pero el aumento del nivel del mar y la creciente frecuencia de huracanes plantean riesgos importantes. El costo de asegurar propiedades está aumentando y el potencial de depreciación del valor a largo plazo es real.

Las perfectas playas de color turquesa y arena blanca brillante de Pensacola son el mejor escape, pero los expertos advierten a los compradores de viviendas que se mantengan alejados. 

Esta ciudad ha enfrentado desafíos económicos y un crecimiento laboral limitado, lo que afecta el mercado inmobiliario. La falta de nuevos proyectos de desarrollo lo hace menos atractivo para los inversores.

Ocala es una ciudad bonita, limpia y económica, pero cuida tu billetera. Si bien es asequible, el mercado inmobiliario de Ocala se ve obstaculizado por un lento crecimiento económico y servicios limitados. “La zona depende en gran medida de la agricultura, que puede ser volátil. Es una ciudad tranquila, pero esa tranquilidad puede llegar a costa del crecimiento de su inversión.