No es necesario ser un genio para tener ahorros saludables, pero sí hay que tomar decisiones inteligentes. Tu primera decisión debe ser priorizar el ahorro de dinero para que se convierta en una parte habitual de tu rutina financiera. Después de eso, debes evitar gastar dinero en compras innecesarias y poner el dinero extra en tus cuentas de ahorro.
Una vez que hayas marcado esas casillas, es hora de pasar al siguiente nivel. Aquí hay algunas cosas ingeniosas que hacen las personas con ahorros saludables:
1. Aumentan sus ahorros
Si hay algo que todas las personas con conocimientos financieros tienen en común es que saben la importancia de asegurarse de que su dinero trabaje para ellos. La forma más sencilla de hacerlo es asegurarse de mantener sus ahorros en una cuenta que pague tasas de interés competitivas.
El número a tener en cuenta aquí es el rendimiento porcentual anual, o APY, que calcula la cantidad de interés ganado durante un año.
El APY promedio de las cuentas de ahorro de EE. UU. era del 0,46% al 15 de abril de 2024, según la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC). Pero deberías apuntar mucho más alto que eso. Un APY alto, combinado con su interés compuesto, puede ayudar a aumentar tus ahorros.
2. Configuran transferencias automáticas
Ahorrar dinero debería ser un hábito financiero en el que ni siquiera tengas que pensar, al igual que pagar una factura o depositar tu sueldo. Una forma de asegurarse de mantener el hábito de ahorrar es configurar transferencias automáticas a tu cuenta de alto rendimiento. Esto te libera de tener que realizar la transferencia manualmente y, al mismo tiempo, garantiza que tu saldo de ahorro crezca de forma regular.
La frecuencia de transferencia más común es una vez al mes, pero no es necesario ceñirse a eso. Podrías hacerlo semanalmente si te lo puedes permitir, lo que hará que tus ahorros crezcan aún más rápido. O, si deseas comenzar más lentamente, configura una transferencia automática una vez por trimestre. Lo importante es que establezcas un plan de ahorro automatizado para garantizar que tu patrimonio siga creciendo.
3. Establecen metas de ahorro
Si eres como la mayoría de las personas, tienes múltiples objetivos de ahorro basados en factores como tu edad, situación familiar y nivel de ingresos. Cuando recién comienzas como adulto, debes priorizar la creación de un fondo de emergencia que pueda cubrir los gastos de tres a seis meses. Después de eso, aquí hay algunos otros objetivos de ahorro comunes:
- Un pago inicial de una casa
- Un fondo universitario para tus hijos.
- Unas vacaciones de ensueño
- Un segundo o tercer auto
- Ahorros para la jubilación
Para cada objetivo de ahorro, determina cuánto dinero necesitarás y cuándo lo necesitarás. A partir de ahí, puedes reservar fondos cada mes para categorías individuales. Una estrategia inteligente es configurar una cuenta de ahorros diferente para cada objetivo, lo que facilita el seguimiento de cada progreso.
4. Evitan tarifas
Lo último que deseas de una cuenta de ahorros es una tarifa mensual de servicio o mantenimiento que compense los intereses que ganas. Si el objetivo de una cuenta de ahorros es aumentar tu patrimonio, entonces no tiene sentido pagar tarifas de mantenimiento mensuales que lo reduzcan.
Muchos bancos y cooperativas de crédito no aplican estas tarifas si cumples con ciertos requisitos, como mantener un saldo mínimo. Pero incluso eso impone restricciones a la cuenta. Las personas inteligentes buscan cuentas en las que no se pague ninguna tarifa de mantenimiento mensual sin importar tu saldo.
5. Maximizan sus ahorros para la jubilación
Si actualmente no estás maximizando tus ahorros para la jubilación cada año, ahora es un buen momento para comenzar, si puedes permitírselo. En 2024, el límite de contribución para los empleados que participan en planes 401(k) tradicionales es de $23,000 al año si tienes menos de 50 años. Si tienes 50 años o más, la contribución de puesta al día es de $7,500. Y el límite para las cuentas IRA es de $7,000 para los menores de 50 años y de $8,000 para los mayores de 50 años.
Es especialmente importante contribuir lo suficiente para que tu empleador obtenga una contrapartida, si la ofrece, porque esas contrapartidas equivalen a dinero gratis.